Al final han sido 3 entradas nuevas seguidas...XD bueno...asi si mañana no subo nada no pasará nada :D Aquí os lo dejo. Matta-nee~~
Capítulo 7
La semana se había pasado rápido de nuevo, ya era viernes
uno de los mejores días de la semana en vacaciones. Desde que Ikuto y Utau
fueron a la casa de Amu, habían decidido, Utau y Amu, quedar cada viernes para
estar un poco juntos puesto que Utau tenía mucho trabajo. Este viernes solo
estaba con Utau, Ikuto no apareció en toda la tarde que estuvieron juntas. Con
los que si se encontraron fue con el resto de los amigos de Amu, con los que
estuvieron la mitad de la tarde. Fueron al karaoke como solían ir muchas veces
y Utau acababa sacando mayor puntuación que los demás.
-Utau-chan, eso no vale, tu eres profesional en esto ya….-
lloriqueaba Yaya
-Que sea profesional no quiere decir que siempre sea buena,
no creo que se sepa todas estas canciones de memoria-dijo Kukai en su “defensa”
-Kukai…ya sabemos que te gusta Utau-chan…no hace falta que
salgas en su defensa-dijo medio enfadada
Todos se quedaron mirando para Kukai, este estaba más rojo
que un tomate, Utau parecía sorprendida por ello y estaba un poco sonrojada.
-¡Ya se! ¡Juguemos a las confesiones!- dijo Yaya feliz
-Yaya, hablo en nombre de todos: ¡NO! –dijo Rima
-¡Venga, venga empiezo yo! Confieso que aún conservo
juguetes de cuando era pequeñita-dijo la pequeña “bebe”- siguiente… ¡Nagi!
-¿Eh? ¿Yo?- dijo sorprendido- umm…confieso…que…me gusta
mucho cocinar- dijo él para librarse
-Tadase-kun, te toca
-Confieso…confieso que-miró a Amu haciendo que esta se
sonrojara- que me gusta una chica desde hace mucho…y ella no lo sabe todavía…
Muchos se sorprendieron ante esta confesión, jamás habrían esperado
eso de Tadase, el que era tan vergonzoso…Menuda sorpresa fue para todos. Todo
fue bien durante el juego hasta que le llegó el turno a Amu….esta no sabía que
confesar estaba muy confusa por muchos motivos y finalmente después de tanta
presión decidió salir corriendo de allí y dirigirse a casa. Lo que no esperaba
era encontrarse con alguien durante ese camino.
-Yaya siempre igual…ella y sus juegos de niña pequeña, me
hacen salir de mis casillas y salir corriendo por miedo a decir algo que no
tengo que decir…-iba corriendo mientras maldecía para sí misma, pero chocó
contra alguien y se cayó al suelo-aii..Aii…que golpe…
-¿Amu?-le dijo una voz conocida
-¿Eh? ¿Ikuto?-se quedó sorprendida de verle- ¡IKUTO!
Este le tendió la mano para ayudarle a levantarse, ella la
acepto con gusto y nada más rozar su piel se sonrojo, su corazón empezó a latir
rápido. Empezó a sentir algo raro en el estomago, no estaba segura si era de
verdad lo que estaba pensando.
-A donde ibas con tanta prisa y maldiciendo-le dijo Ikuto mirándola
fijamente, cosa que ponía muy nerviosa a Amu
-Me iba a casa…una de mis amigas propuso un juego que no me
gusta nada y al final salí corriendo…-dijo un poco avergonzada.
-Umm…te acompañaría pero tengo un poco de prisa, ¿puedo
dejarte sola?
-Claro…-dijo un poco triste, sin darse cuenta quién si se
fijo en ello fue él.
-Eh…quieres que te acompañe ¿verdad? –dijo sonriendo pícaramente
-N-¡NO! No necesito que me acompañes, puedo apañármelas sola-
dijo enfadada y sonrojada
-Está bien, nos vemos- dicho y hecho
-Se fue….-Amu quedo un poco rara por esta extraña “conversación”-
bueno…será mejor que me vaya, ya es muy tarde…aun que no se cómo es tan tarde
ya, si hace poco aun era de día.-tras hablar sola 2 minutos decidió emprender
el camino de vuelta.
No quería ir directamente para casa todavía, a pesar de ser
tarde, era más temprano de lo normal, entonces decidió pasar por un puesto de
comida ambulante y comprar algo para comer. Se metió por un callejón para
acortar el camino, una mala idea para ser la hora que era. Una chica indefensa
pasando por un callejón oscuro sin casi nadie cerca, es el perfecto objetivo de
violadores, ladrones, secuestradores, etc. El día de Amu todavía no iba a
acabar así, demasiado tranquilo para su vida normal, le faltaba algo y ese algo
era el hombre que la seguía desde que salió del callejón “atajo” para llegar a
casa. Peor todavía fue que se había metido por el callejón que no era y se
había perdido, caminaba sin saber hacia dónde se dirigía con esperanza de
encontrar a alguien al que poder preguntar y volver rápido a su casa.
Dio muchas vueltas y esa presencia seguía detrás de ella,
tenía miedo de parar, estaba cansada, quería sentarse y tomar un pequeño
descanso pero si lo hacía correría peligro. Sabía que tenía que haberle pedido
a Ikuto que fuera con ella hasta casa para no cometer este tipo de errores,
pero sin embargo rechazó que le acompañara por simple orgullo. Algo que le
podría costar la vida….
-Eh, tú. Ya basta de caminar dando vueltas. Me estoy
cansando. Quieres decidirte de una vez.-le dijo el hombre que le seguía.
Amu comenzó a correr más rápido sabía que ese hombre era
peligroso, pues solo con verlo de reojo fue suficiente para visualizar el cuchillo
que tenía en la mano. Tenía miedo, mucho miedo, decidió esconderse en un almacén
abandonado que había cerca y meterse entre las cajas vacías que había allí. Con
suerte se libraría de él, El hombre andaba cerca, la pelirrosa temía por su
vida, si la encontrase quizás no volvería a ver a sus familia, a sus amigos…a
Ikuto…
Porque pensaba en Ikuto como uno, se supone que tiene que
estar dentro de “amigos”, pero no...Él iba a parte, era alguien muy especial
para ella y pronto descubriría el verdadero motivo de ello.
-Aquí estas pequeña, ya se acabó el jugar. Ahora te mataré
por hacerme caminar tanto-dijo el hombre.
Amu comenzó a llorar, tras tan desesperado intento
finalmente la encontró, iba a matarla, no volvería a ver a nadie. Por una
simple estupidez iba a hacerles daño a todos. No quería pero tenía mucho miedo
como para intentar defenderse. Justo en el momento que el asesino iba a
clavarle el cuchillo en el pecho, alguien la cogió en brazos y la saco de allí
de un salto.
-I-Ikuto-dijo sorprendida Amu
-Sabía que no podía dejarte sola, Amu-le contestó
-Lo siento…-se agarró a él y empezó a llorar
-No llores, te necesito despejada para que vuelvas a casa
sin que tus padres quieran matarme…
El hombre les seguía pero como con el cuchillo no podría
matarlos, saco una pistola, Ikuto se percató de esto, dejó a Amu en el suelo y
fue a por él. Le dio un golpe seco por detrás, esté cayo “k.o.” al suelo,
estaba inconsciente o muerto, no estaba segura, pero ahora podría volver a
casa.
Ikuto la llevó en brazos hasta la puerta de su casa para que
no tuviese más problemas. Cosa que Amu agradecería eternamente
.
-Ya es la tercera vez que me salvas…no sé cómo podré
compensarte por ello…-le dijo sonrojada.
-tengo una ligera idea de cómo podrías hacerlo-le dijo
sonriendo pícaramente.
-Neko hentai…no pienso hacer nada que tenga que ver con una
cama y dos personas sudando en ella.
-No tiene que ser necesariamente en una cama, Amu…-le dijo acercándose
peligrosamente a ella
-I-Ikuto, n-no p-puedes…-dijo ella agachándose para evitar
que se acercará
-Era broma –empezó a reírse por la reacción de la pelirrosa.
-Jo… Ikuto ¬¬ Pues no te lo agradeceré y ya está. Buenas
noches- dijo medio enfadada.
Pero justo cuando Amu iba a entrar en casa este la abraza
por detrás y le dice cual era la verdadera idea que se le había pasado por la
cabeza.
-Un beso, Amu